Me despierto en una habitación, la observo, ya no estoy en el tren, supongo que antes de bajar me desmayé, me levanto y voy hacia la enorme ventana, el Capitolio, me vuelvo a sentar porque si sigo de pie más tiempo, volveré a desmayarme.
Tras unos minutos se abre la puerta y entran tres personas.
- Vaya! ya estás despierta!- dice un hombre bastante delgado, se parece a un pájaro, no en tamaño, pero tiene... plumas!?
- Qué tal te encuentras cielo?- esta vez la que habla es una mujer, la piel le brilla, como si tuviese diminutos diamantes incrustados.
- Mmm... bien, creo- respondo.
- Glimmer, verdad? yo soy Alay, ella es Bridgit y él Halcón, encantados de conocerte- dice una chica que aparenta mi edad, en la espalda tiene un par de alas pequeñas, y va vestida de una forma un poco rara, se parece mucho a un hada.
Después empiezan a trabajar, cuando terminan, me dicen que pronto llegará mi estilista y se van.
Al cabo de un tiempo que me parece eterno, la puerta se abre de nuevo, una mujer entra en la habitación dando pequeños saltitos.
- Hola Glimmer, soy Violetta, tu estilista - dice sonriente.
Me quedo callada, su alegría me desconcierta.
- Tranquila, no muerdo- dice mientras se ríe.
- Ya... lo siento, es que aun no me encuentro del todo bien-
- No te preocupes, te has desmayado, no? recuerdas porqué?- pregunta mientras se sienta en una silla a mi lado.
Intento hacer memoria.
- Recuerdo que estaba en el tren a punto de bajar y... vi... a un niño entre la gente que... me miraba fijamente-
- A un niño?-
- Sí... es que... me recordó a mi hermano - intento explicarle.
- Bueno, a veces la gente puede llegar a parecerse mucho aunque no tengan parentesco. Así que tienes un hermano? y que edad tiene?-
- Él... tenía doce años- digo intentando que no se me quiebre la voz.
- Lo siento mucho, debió ser horrible para ti- ahora parece triste.
- Sí, principalmente porque me había echo a la idea de que ganaría, solo quedaban dos... pero... la otra niña fue más rápida-
- Tu hermano se llamaba Robin?-
- Como... lo sabes?-
- Porque... yo fui su estilista, era un niño muy agradable, no te ofendas pero eso no es usual en vuestro distrito, así que le cogí un gran cariño - me dice con una sonrisa triste - Siento que tu también salieras en la cosecha, seguro que tus padres lo están pasando mal -
- Ya, bueno, yo no lo creo. No se nos va a hacer tarde? - pregunto intentando cambiar de tema.
- Sí, tienes razón, será mejor que empecemos, ven, te enseñaré tu ropa para el desfile- si se extraña de mi respuesta, no lo menciona, y la verdad, se lo agradezco.
Se levanta, abre la puerta y un minuto después vuelve con un vestido completamente fucsia, tiene brillantes, y plumas, es horrible, pero tendré que llevarlo de todos modos.
Cuando acaba de prepararme, me lleva a donde están los carros. Al llegar, veo a Marvel, es imposible no fijarse en él con todo ese fucsia. Me subo al carro de mi distrito y Marvel hace lo mismo, intento no mirarle.
- Que tal te encuentras?- me pregunta.
- Bien- le respondo, y miro para otro lado.
En ese momento veo al chico del distrito dos, pero enseguida tengo que apartar la mirada porque los caballos han empezado a andar y corro el riesgo de caerme, se abren las puertas, sonrío y comienzo a saludar.