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viernes, 29 de marzo de 2013

Capítulo 8

Se ha acabado, los caballos se paran y Violetta me ayuda a bajar del carro.
Me fijo en los demás tributos, el resto de los profesionales no dejan de mirar con odio a los del distrito doce, este año han deslumbrado, literalmente, porque sus estilistas le han prendido fuego a sus trajes.
En cuanto abandonan la sala, Marvel se gira hacia mi.

- Te has fijado en los del distrito doce? vaya par de idiotas - está furioso.

- Pues entonces igual que tú - le espeto.

- Se puede saber que te pasa conmigo? - me grita.

No le respondo, me dirijo hacia el ascensor apretando los puños con fuerza y le miro con todo el odio del que soy capaz mientras se cierran las puertas.

- Le conocías ? - con el enfado no me había percatado de la presencia de Violetta.

- A Marvel? Sí - respondo secamente.

Es evidente que espera una explicación, pero en cuanto entiende que no se la daré, aparta la vista.

Aprovecho el silencio para observar la estancia, este será nuestro hogar hasta que empiecen los juegos.
Es todo muy lujoso, grandes sofás situados delante de una televisión enorme, una impresionante mesa llena de comida... demasiada decoración, típico del Capitolio.

Violetta me acompaña a mi habitación mientras me recuerdas a que hora es la cena y después, me deja sola.
Voy al baño a darme una ducha y me pongo lo primero que encuentro en el armario, una camiseta azul y un pantalón negro.
Mientras doblo la ropa del desfile llaman a la puerta, la abro esperando que no sea Marvel, y no lo es, Jade tiene los brazos cruzados. La dejo pasar y las dos nos sentamos en la cama, no dice nada, se limita a mirarme con el ceño fruncido y espera a que hable yo.

- Supongo que no vienes a felicitarme - empiezo.

- No - relaja la mirada - Glimmer, cuando mi nombre salió en la cosecha, pensé que alguien se ofrecería voluntario, en nuestro distrito casi siempre hay, pero nadie levantó la mano y me vi obligada a ir a los juegos. Las visitas que vinieron a despedirse de mi, me felicitaron, estaban contentos, después de todo, en el distrito uno eso es lo normal, salir elegido es como un premio. Aunque yo no lo veía así, lo vi como lo que en realidad es, un sacrificio. Pero tube que fingir que me alegraba de estar aquí, tube que ser arrogante y fría, sí, lo odiaba, pero no tenía elección.
La verdad es que jamás se me pasó por la cabeza que acabaría ganando, al principio ni lo iba a intentar. Han pasado siete años y todavía tengo pesadillas sobre la arena - cuando acaba su voz es apenas audible.
Se me ha formado un nudo en la garganta, sé porqué me dice todo esto, cree que soy como ella y es verdad. Pero que se haya dado cuenta significa que también podrían averiguarlo los demás, supongo que tendré que esforzarme más a partir de ahora.

- Te digo esto porque me recuerdas mucho a mi y sé lo duro que es tener que aparentar ser alguien que no eres - me dice con una sonrisa triste - y quiero ayudarte, Glimmer, me gustaría que ganases los juegos, tienes que intentarlo, lo harás?-

Asiento con la cabeza.

- Bien - me sonríe y se dirige a la puerta, pero se detiene a medio camino - Una cosa más, procura no ser tan brusca con Marvel, te irá bien en la arena si te juntas con el resto de los profesionales, te ahorrarías algo de trabajo sucio-

Cuando se va, estoy más perdida que antes, le he prometido que haría lo posible para ganar pero ni siquiera creo tener posibilidades, a ver... sé manejar armas, pero no destaco en ninguna y tampoco es que sea muy fuerte...
Respecto a los profesionales... ya tenía pensado aliarme con ellos, pero suponiendo que llegue viva al final, no les costaría matarme cuando nos volvamos unos contra otros.
No puedo evitar pensar en Marvel, en la posibilidad de su muerte, y eso me hace sentir tanta angustia que en seguida me pongo a temblar...